Aquí te dejamos las 10 mejores zonas con vistas o miradores de Roma. Terrazas en Roma con vistas panorámicas para disfrutar contemplando la ciudad desde lo alto. ¡Un lujo, esta distancia que te permite contemplar! No te pierdas estas vistas entre los lugares qué ver en Roma.
1. Colina de Gianicolo
La colina de Gianicolo es una de las terrazas panorámicas mas visitadas por los turistas. Tiene unas dificultades para acceder al punto mas alto de la colina porque no tiene buenas conexiones. Todos los días a las 12:00 el disparo del cañón anuncia el mediodía. Asómate a la balaustrada que está ante la estatua de Garibaldi. En la parte de abajo hacia las 11,45 estará listo el cañón que, en medio de la animación de la jornada, anuncia que estamos ya a mediodía.
Junto al héroe que tenía como lema ¡Roma o muerte! estas salvas de cañón nos despiertan la memoria. Una Roma tranquila y bulliciosa al mismo tiempo que hace poco más de 100 años pasó a ser capital de la Italia recién unificada.
Durante el Verano en Roma, música desde la Terraza panorámica del Gianicolo: Gianicolo in musica.
2. El Pincio sobre Plaza del Popolo
Uno de los paseos con vistas más clásicos de Roma. Estáis en pleno centro, entre los recuerdos de los Horti Sallustiani y Villa Medici. El lugar preferido para los paseos en carruaje y a pie al atardecer, como nos recuerda D’Annunzio en su obra Il piacere.
Por esta zona entra en el corazón de la ciudad el acueducto subterráneo que trae el agua ‘vergine’. En esta colina se encuentran maravillosos jardines, otro Edén y Espérides, desde el que contemplar la ciudad. Contemplar las cúpulas y calles del centro con la brisa del atardecer es uno de los placeres de Roma.
3. Cúpula de San Pedro
Para acceder a lo alto de la cupula de San Pedro tienes que tener en cuenta una serie de restricciones. El horario es de 8:00 a 17:00 de Octubre a Marzo y de 8:00 a 18:00 el resto del año. También tienes que sacar una entrada que te costará 8 euros sin ascensor y 10 euros con ascensor.
Si decides ir a observar las vistas de la cúpula de San Pedro deberás subir 551 escalones sin ascensor. Y si pagas ascensor solamente subirás 320. Ahora bien, en premio, desde lo alto, podrás observar toda la ciudad del Vaticano, el Borgo y luego el resto de la ciudad al otro lado del Tíber.
4. Castillo Sant’Angelo
La terraza del Castillo de Sant’ Angelo ofrece una de las vistas más increíbles de Roma. Para acceder a ella debes seguir un horario que es de de 9:00 a 19.30. Además, es necesario pagar una entrada que es de 10 euros para personas adultas y de 5 euros para personas entre 18 y 25 años ciudadanos europeos. Sin embargo, para estudiantes de arquitectura y menores de 18 años la entrada es gratuita siempre. El primer domingo del mes es gratuito para todos.
5. Terrazas sobre los Foros Imperiales
La terraza del monumento a Vittorio Emanuele II (Vittoriano) se encuentra en un lateral del monumento y da sobre la avenida de los Foros Imperiales y plaza Venezia. Visitarla es gratuita auque forma parte de los museos del Vittoriano. Es más, en ella hay un buen bar para un aperitivo o un café.
De hecho, es una de las terrazas en Roma desde las que tendréis unas estupendas vistas del Coliseo, via dei Fori Imperiali y el Foro Romano con el Palatino al fondo. El horario para acceder a la terraza es de 9:30 – 19:30.
No la confundáis con el ascensor con vistas panorámicas que te lleva hasta lo alto del Vittoriano (coste: 7 euros).
Al otro lado de Via dei Fori Imperiali, detrás del muro de la Suburra se encuentra otro estupendo mirador. Un lugar especial al atardecer y, siendo también hotel, en donde disfrutar de unas maravillosas vistas durante vuestra estancia. Para un apertivo o desayuno en el paraíso: la terraza de la Residenza Maritti.
6. Colina del Celio
Justo al lado del Coliseo de Roma tienes un oasis de paz con unas vistas preciosas de la zona arqueológica, desde las termas de Caracalla hasta el Palatino que está enfrente.
Se trata de un lugar lleno de jardines (villa Celimontana) y construcciones sumergidas en el verde: restos del templo de Claudio, casas romanas, la pequeña joya de la iglesia de Santo Tomás in Formis.
En verano, además, por la noche, hay música jazz y un ambiente muy animado. Parece que estás fuera de la Urbe pero en el mismo centro, muy cerca del metro B.
7. Terraza Caffarelli – Campidoglio
Entrar por una salida. Si vas hasta la salida de los Museos Capitolinos o, si paras en el bar al salir, te encontrarás con una de las vistas más bonitas de la ciudad. Una de las terrazas panorámicas más amplias y menos conocidas de Roma.
Puedes tomarte un aperitivo mientras contemplas este panorama de Roma: El Gianicolo al fondo, a tus pies el teatro de Marcello y la Sinagoga. Y luego, todas las cúpulas, terrazas y techos de la ciudad.
Estando el la colina capitolina pero hacia la parte opuesta, mirando hacia el Foro, tienes otra de las vistas más bonitas del valle que acoge los monumentos más representativos de la Antigua Roma: la Curia, la via Sacra…
8. Quirinal
Una de las vistas más bonitas de la cúpula de San Pedro la podéis disfrutar desde el mirador del Quirinal. En la plaza que se encuentra ante el Palacio del Quirinal, residencia del presidente de la República Italiana. En efecto, esta es una colina histórica de Roma dedicada al dios Quirino, residencia de verano de los papas, teniendo la colina del Vaticano en frente. Pasó luego a ser residencia real. Actualmente es uno de los lugares institucionales más importantes llena de belleza entre las que destaca una maravillosa vista de Roma.
9. Sobre el Río Tíber. Atardecer desde el Aventino
Admirar el río Tiber de noche desde uno de sus miradores es uno de los placeres de Roma. Aunque esté ‘domado’ por los altos murallones que lo acompañan dentro de la ciudad, su discurrir entre luces y plátanos es una vista preciosa.
Asomado a Ponte Sixto o contemplarlo desde la terraza panorámica del Aventino -el famoso Jardín de los Naranjos– te hace entender por qué la ciudad ha nacido entorno al Tíber y su isla.
Muy cerca, en la parte baja del Aventino, junto a la Bocca della Verità, el edificio de la Fundación Fendi te espera con una maravillosa terraza donde tomar un buen aperitivo.
10. Mirador de Monte Mario, el Mons Gaudii
Con sus 139 metros de altura Monte Mario es la colina más alta entorno al centro de la ciudad. Es la altura que, llegando desde el norte, ofrecía a los peregrinos de la via Francigena la primera vista de Roma. De ahí, que se llame también Mons Gaudii. Las vistas desde el Zodiaco son famosas, especialmente en la noche de Fin de Año. Una de las terrazas de Roma con una vista más completa de la ciudad.
Como conclusión: Una experiencia muy especial
El domingo 18 de noviembre fue un día muy especial. Tuve la suerte de vivir una mañana de película en el primero de los miradores de los que hablo en este artículo. En el Gianicolo está la Academia de España, en la Academia dos torres, y sobre las torres, la vista más espectacular que nunca haya tenido.
Al despertar, puse rumbo al barrio de Trastevere en Roma, sin duda uno de los barrios más encantadores de esta increíble ciudad. Al llegar allí, tenía prevista una ruta guiada en la Academia de España, en la colina que pone Roma. La ruta consistía en visitar y conocer la bonita iglesia de San Pietro in Montorio, después entrar al claustro y los jardines de lo que antes fue un convento franciscano. Pero con lo que más disfruté fue subir a la torre, con una fantástica terraza panorámica desde el Gianicolo.
Cuando subimos nos encontramos con una vista panorámica de Roma de 360º. Pude así observar desde lo alto todos los grandes monumentos que nos ofrece esta ciudad. Fue un momento único, teniendo ante mí la inigualable cúpula de San Pedro, el Coliseo, el monumento de Victor Manuel II, las casitas de distintos colores que componen esta singular ciudad.
Acabado este gran momento, seguimos la ruta en dirección al último punto: el Templete del gran arquitecto Bramante. No fue genial solo porque pudiéramos ver este monumento, sino porque también pudimos bajar a la cripta que recuerda la crucifixión del apóstol San Pedro. En este punto acababa la ruta, lo que para todos los componentes del grupo fue algo triste ya que se nos hizo muy corto.
Acabada esta mágica experiencia decidí buscar un buen lugar donde comer en este hermoso barrio. Di un paseo y encontré un bonito restaurante que elaboraba pasta de forma casera, por lo que decidí entrar. Este sitio se llama ‘’Osteria pasta e vino’’, y fue un gran acierto dar con ese lugar. Se encuentra en Via della Pelliccia, 12.
Tras la agradable comida quise seguir visitando lugares donde aún no había podido estar. De hecho, aprovechando que estaba en el barrio de Trastevere, fui hacia la isla tiberina. Es un lugar bastante singular ya que es una isla en forma de barco que parte al río Tiber en dos mitades quedando esta en medio. La atravesé y seguí caminando ya por la otra parte del río hasta llegar a un mercado ‘Campagna Amica’ en la zona del Foro Boario. En este sitio pude ver los productos de temporada como frutas, verduras, quesos, pan, carnes, pescados…
Y finalmente, para cabar este peculiar domingo, paseé al atardecer por el Circo Maximo contemplando las ruinas del monte Palatino. Para ir y volver a esta zona cogí la línea B de metro bajando en la parada de Circo Maximo. Para poder llegar a Trastevere, justo saliendo de la boca de metro te encuentras con paradas de autobuses. Con el bus número 75 llegas hasta el Trastevere.
Subir a cualquiera de estos 10 miradores es una experiencia que recomiendo sin duda en vuestros viajes a esta impresionante ciudad. Pero esto significa que al descender tendréis vuestras pupilas dilatadas, una forma nueva de ver. Subimos a lo alto para luego bajar con placer. Es entonces cuando podremos soportar algunos detalles de la ciudad que desde cerca, en las arrugas de sus calles, no nos gusten. Es entonces cuando volvemos con el recuerdo a las alturas para apreciar las manchas en una forma nueva, para orientarnos, en la gran obra impresionista de Roma.