Vida Cotidiana

Como en cualquier amor, evitar el riesgo de la costumbre, es lo más importante cuando pasas tu vida cotidiana en Roma.

Encontrar motivos para pasear por Roma, no para cumplir un trámite o para ir al trabajo sino pasando tiempo a solas con ella, a ella, es de lo que aquí se trata.

Cada mañana y cada atardecer la tenemos a nuestro lado y, en vez de considerarla un obstáculo o un peso que llevar, podemos volver a descubrirla. No sé si será la que nos enamoró hace tiempo, puede que sí, y que nos emocionaba ante cada encuentro. En todo caso será una parte de ti, sin la que no querrías vivir.

Vemos nuestra vida cotidiana en Roma y, en medio de las conversaciones normales, de las ocupaciones ordinarias, aunque a veces se nos olvide o nos sintamos incomprendidos, no podemos dejar de decir ‘qué bien se está contigo, Roma’.