¿Quieres hacer algo especial en Roma? ¡Visítala desde lo alto con esta propuesta de Roma en Avión!
Estos vuelos en avioneta (8 plazas) salen desde el pequeño aeropuerto civil llamado ‘aeroporto dell’Urbe’. Son vuelos panorámicos oficiales, con toda la profesionalidad de la Cityfly.
Los fines de semana (sábados y domingos) a las 12.00 siempre hay alguna persona apuntada para este vuelo panorámico con lo que el coste del servicio se divide entre los ocupantes. Si voláis con otros que se hayan apuntado os cuesta 80 euros/persona. También lo podríais hacer solos pero entonces el coste (mínimo 320 euros) lo tenéis que pagar entero. La ventaja es que podríais escoger día (excepto los lunes) y hora (al menos una hora antes del anochecer).
Lógicamente, uno propone pero Dios dispone, ya que si hace mal tiempo el vuelo no se puede realizar. Te llamaremos el día antes para confirmarte si el vuelo se realiza o para informarte que no podrá hacerse, según las condiciones climáticas.
Cuando llegáis a Via Salaria 825, en las afueras del norte de Roma, entráis en este pequeño aeropuerto parte ya de la historia italiana de la aviación. En una sala que hace de entrada os estará esperando Fabio, el piloto, junto al mostrador de la Cityfly. Tenéis que llegar media hora antes del inicio del vuelo con un documento de identidad válido. Allí hacéis el pago y os explican cómo será el vuelo. Ah! no mintáis cuando os pregunten vuestro peso!!
¿Estás planeando un fin de semana romántico en Roma? ¿Quieres hacer algo especial en Roma para sorprender a tu pareja?
No creas que debes vaciar tus bolsillos para hacer un vuelo panorámico sobre Roma, Roma en Avión puede hacerse desde 80 euros por persona. Al menos una vez en la vida se deben hacer cosas locas y románticas, ¿cierto? Nunca es demasiado tarde y si nunca lo has hecho, que mejor ciudad que Roma, para empezar.
Por desgracia, tras el 11 de septiembre famoso, el espacio aéreo de Roma sobre el que se puede volar es muy reducido. No se puede sobrevolar el Vaticano y los edificios gubernamentales del centro histórico por lo que no podréis pasar por encima del Coliseo o del Pantheon. Se sobrevuela la parte norte de la ciudad (la parte sur ya es ‘territorio’ del rádar de Ciampino y no se puede interferir con los aviones de línea).
Una experiencia de vuelo sobre Roma
Pero no anticipemos las cosas. Tras pasar por la aduana y el sólito detector de metales se accede directamente a la pista acompañados por el piloto. La avioneta, modelo inglés, os estará esperando y sentiréis esa emoción de quien vuela en un vehículo pequeño, poca cosa para el cielo que lo espera… pero es seguro. Fabio, con su voz de barítono y su tranquilidad os dará una máxima confianza. Es un gran profesional.
Se entra en la avioneta y parece que vas a pilotarla tú. Puedes observar con todo detalle los mil artilugios que la harán volar ¡contigo dentro! Se encienden los motores y su ruido, tan cercano, te hace pensar que va en serio. Entramos en la única pista y tras una breve carrera con los motores al máximo, sin sentirlo ya estamos en el aire. Fabio va explicando la altura a la que vamos (unos 140 metros) y las primeras zonas que vemos: el hospital Sant’Andrea (toco madera) con los campos de golf y el parque arqueológico de la antigua ciudad etrusca rival de Roma: Veio; villas con estupendos jardines y piscinas (nunca pensé que hubiera tantas!), el estadio Olimpico, el nuevo Auditorium de Renzo Piano.
Ya estamos en Roma!! La zona de vuelo se limita al norte de la ciudad, hasta Villa Borghese. Se divisa perfectamente la basílica de S. Pedro, el Vittoriano, el río que va serpenteando. Pasamos sobre Puente Milvio para sobrevolar luego el famoso barrio del Coppedè y mi querida Piazza Buenos Aires. Desde lo alto se ve perfectamente por qué los romanos la llaman Piazza Quadrata. ¡Cuánto verde! Entre Villa Ada, Villa Borghese y Villa Torlonia, Roma parece un grupo de barrios entre frondosos árboles. Incluso podemos curiosear, nada lo impide, disfrutando de los jardines de Villa Albani, cerrados al público pues son de la familia Torlonia. Fabio, a pesar del ruido de los motores, va comentando por los altavoces los lugares sobre los que volamos.
Con ganas de más, tras 20 minutos toca volver al aeropuerto del Urbe. Me hubiera gustado poder sobrevolar el cielo del Foro y ver el Colosseo desde arriba pero el miedo ha hecho que incluso estos pequeños/grandes placeres tengan que dejarse a la fugaz visión desde los aviones de línea que altísimos se acercan a la ciudad.
Al aterrizar hay tiempo para una foto ante los mandos de la avioneta y una pequeña lección de aerodinámica o fluidodinámica del gran Fabio.
Si quieres reservar tu vuelo panorámico sobre Roma o hacer algo especial en Roma, escríbe a tu Guía En Roma: [email protected]