Estos son algunos recuerdos de las visitas guiadas con tus guías de En Roma.
EnRoma, contigo
Os la enviamos de corazón…y me he acordado de la canción: “…alma, corazón y vida y nada más”. El alma que recoge palabras, sensaciones, recuerdos y los hace vivir de una forma nueva, más allá del tiempo. Corazón que comparte, que une, que late y se emociona durante el viaje. Vida que queda vestida de Roma, que se convierte en experiencia rica y fuente de calidad para el tiempo futuro, para que no pase, simplemente. Gracias por llevar la ciudad en el corazón y desde él enviarnos la foto.
En el mar de la vida hay puertos seguros. Aunque el mar se encrespe, soplen vientos y arrecien temporales…los 4 juntos se lanzan a la aventura confiando en ser la mejor tripulación para su barco. ¡Cuántos puertos por descubrir! Y en todos ellos quien ofrece una sonrisa y las ganas de vivir encuentra lo que ofrece. Ha sido un placer que llegarais a nuestro puerto romano y compartir con vosotros la historia y la belleza que habéis traído y que habéis encontrado.
El coordinador de este grupo es un personaje especial. Como buen coordinador construye puentes, no como ingeniero, sino comoponte-fice. Con sus correos y palabras ha llevado a sus seguidores por la Via Paradisi hasta el Juicio y la Gloria. Para nosotros ha sido todo un honor recibirlo como en su casa y disfrutar de su carisma, un carisma que deja siempre un buen recuerdo… Gracias Pepín por la foto, vuestra gratitud y la simpatía.
Ojos que ven, corazón que siente. Asombro, alegría y curiosidad que ni la lluvia cala. Un cappuccino por la mañana y listos para sumergirse en la ciudad, en los ríos subterráneos de S. Clemente y de la historia, con el espíritu de una aventura y la alegría de vivirla juntos. Llueve y los dos Jordi van juntos bajo el paraguas, el grande con la mano sobre los hombros del pequeño charlando de la antigua y nueva Roma que continuará viva en sus palabras.
Roma vista con los ojos de una niña que descubre los enredos de la historia y las historias. Soñaba la ciudad antes de verla, gracias a sus lecturas. Ahora, nuevas imágenes de una Roma antigua y moderna alimentan su imaginación... y la de su abuela: cada rincón despertaba recuerdos o impresiones.
Tarde de invierno de las que le gustaban a los románticos como Keats. Pero ellos no pueden disimular el sol sevillano que llevan dentro.
Celebrando otro cumpleaños de la mamá, activa, curiosa y con una sonrisa que vale un Imperio. Tras una buena caminata entre las maravillas del arte, una buena y maravillosa Pizza gigante. Un buen momento para contar las historias que cada uno trae o le traen a Roma.
En medio del camino de nuestra vida... no sólo están las selvas oscuras dantescas. Hay tantos viajes en los que un grupo de amigos se decide a vivir aventuras por aire, mar y tierra, buscando ese camino de belleza que se eleva hasta el séptimo cielo. Han llegado estos aventureros incansables una mañana calurosa a inicios del verano. Dejando su barco en Civitavecchia, siguiendo el Tíber, han saboreado por unas horas la eternidad de Roma. Como en la crisálida alada de Montecitorio, el tiempo se ha ido volando. Será un anticipo del cielo.
En el restaurante 16 Rosso. Juega y gana. El vasco es un pueblo famoso por sus apuestas. Seguridad y riesgo. Aventura en la que se gana remando mar adentro porque se espera lo justo para buscar la sorpresa. Sorpresa que es, como en la Sinfonía, lo inesperado pero posible. ¡Qué ánimo grande! Y para ayudar a la fortuna en el goce de los días romanos... ¡conocían a la perfección los horarios y las paradas del 630!
Cumpleaños de la mamá. Caminante no hay camino... son el camino los hijos, tantos viajes juntos, cada regalo y sinsabor. Todos los caminos conducen a Roma y en eso se parece a la eternidad. Inopinadamente, al parecer sin tu decisión, fiándote de quienes te quieren, has hecho tu camino. No hay más meta que el haber caminado y disfrutado juntos. No es un mar indistinto el final, ni miles de años de historia en piedra y arte sino los rostros concretos de tus 5.
Casi vecinos, amigos de amigos que al venir a Roma traen recuerdos, un acento familiar, una forma de mirar y reír que te recuerda sonidos de tu tierra. Una alegría compartir este mundo romano que nos espera y acoge con mil tesoros. En sus miradas alegres e ilusionadas toda la satisfacción de un amigo - anfitrión. Hasta pronto, En Roma.
Qué regalo para vosotros... para mí! Gubbio se escondía del frío acurrucado en sus mil hogares con olor a troncos de laurel y resina quemados a fuego lento. Dos días fuera del mundo para empezar una nueva vida. Dos días para saborear el gusto de los buenos y simples momentos que salen a la luz cuando la belleza y la calma los llaman. Ciudad sobre piedra, en piedra, como para intentar llegar a lo eterno. Ciudad de la locura en una carrera furiosa por renovar la vida. Sereno y pasión que perennemente se dan. Gracias por vosotros.
Una visita en la que un gallego atrapado por los encantos de Roma habla de Roma a otros gallegos.Historias de vidas, morriña y aventuras que se mezclan con la gran historia de la Ciudad Eterna. Importación de abundantes sonrisas desde Sta.Cristina que han alumbrado con 'sapore di mare' del Finisterrae el dulce Tíber.
Luna de miel y agua. De fuente en fuente buscando el arte que recubre de piedra, que intenta atrapar el agua. Un regalo de frescura que intentamos conducir, limpiar, adornar para que surja ante nuestros ojos como un milagro. Roma, recorrida por venas de agua que surgen en su piel de piedra es siempre un testigo de la belleza de esta unidad.
Hay proporciones y relaciones que, sin verlas, se notan. Hacen de los lugares espacios 'humanos', con una armonía que resuena en nuestra alma. Contemplar toda esta belleza te hace esbozar una sonrisa de emoción, de bienestar que va más allá del placer estético. Es una armonía que se nota en la arquitectura y también en las personas. Vascos y catalanes con un gallego en un acorde que ha construido una jornada inolvidable, no reducible a ningún elemento en concreto, sino a ese conjunto que trasciende los datos o las historias personales de cada uno. En Roma el alma vibra en longitud y profundidad
Una ciudad antigua vista siempre con ojos nuevos. Se renueva con los chicos que la hacen vivir de nuevo, que entran en su historia, en su arte, en su caos de vida y ajetreo. Piedras, palabras esculpidas, colores que hablan de otras vidas y pasiones a los que se lanzan a esta aventura de vivir la propia vida. No simples cifras o nombres en un libro sino el testigo que se pasa en esta carrera de la historia.
Roma es siempre una ciudad para volver: para disfrutar de los fantásticos lugares que nunca pierden su encanto y descubrir más de dos mil años de tesoros escondidos. Pilar es una de estas incansables buscadoras de sus maravillas, que saborea todos los detalles encontrando siempre motivos para un 'arrivederci Roma' que es preludio de un Ciao.
Celebrando una larga amistad que se alimenta de momentos como estos. Disfrutar de la ciudad incluso bajo el sol frío del invierno. Una escapada para redescubrir que, aunque el tiempo y la historia todo lo hacen cambiar, hay cosas que sobreviven al tiempo. Como escribía Quim "la ciudad y el carácter de su gente hacen que te sientas inmerso en sus calles, en su historia, en sus vaivenes, pasando a formar parte de todos de los que durante siglos y siglos han estado en sus calles, atraídos por diferentes motivos.
Levantas la vista del ordenador, dejas por unos días las cosas de siempre y paseas con la alegría de los niños que se asombran. Roma no es un lugar al que escapar sino una meta, un inicio al que volver para descubrir la belleza de descubrir, retazos de historias que se alzan convertidas en lugares de piedra. Una fuente: cantarina pero no ruidosa, fresca e incansable, constante y natural que echas de menos cuando no está mientras que cuando está parece que se encuentra aquí desde siempre. Silvia, más que un bosque en Roma es una fuente.
Subida de la Via Sacra. Los encuentros muchas veces vienen preparados por la confianza. Llámales, escribe... y luego, Roma. Celestina y jovencita, que nos hace saltar las altas tapias de su historia para adentrarnos a hurtadillas en su huerto cerrado. Una ciudad extendida y parlanchina que te lleva a los rincones amorosos en los que disfrutar de los susurros de subelleza. Una jornada con Álvaro que os ha dado una mano para subir los altos muros. Una jornada en la que Álvaro ha recibido de vuestras manos el entusiasmo del ánimo joven, animoso, ante el desafío y la complejidad. Roma, en este caso, y en general: vivir descubriendo, bien vale la vida.
Roma cómplice y amiga. Insaciable creadora de historia e historias. Teatro de grandes eventos públicos o escondidos en la vida de cada persona. Y así pasa a la Historia y a las historias nuestras como un momento inolvidable. Jesús y Silvia no serán nunca 'turistas'. Han vivido los lugares 'típicos' como parte de su historia y no como una historia aparte que queda olvidada en las fotos.
Pometes madures o como dicen por estos lares 'melette mature'... y 'probarlas' ha sido una delicia: frescas, dulces, llenas de vida, sin colorantes ni edulcorantes, naturales y como sólo madre natura las sabe hacer. Un concentrado de alegría que saltaba en chispas y lágrimas ante las historias y la historia. Ahora entiendo la teoría de la atracción de los cuerpos de Newton, por qué la flecha de Tell no podía fallar o la tentación del arbol del bien y del mal. Por unos días Roma ha disfrutado de su frescura, como de ropa secada al sol, sol romano y calor que las sonroja dándoles un gusto que permanece en el recuerdo. Gracias.
Viajar en el tiempo y en la vida, un regalo que es una coincidencia. La alegría de una mujer de 90 años disfrutando de la ciudad junto con su familia con la ilusión de quien acaba deestrenar su vida y no termina de maravillarse ante este regalo: juntos en Roma. Coincidencia: gente de Coruña (siempre buena gente, ¡viva mis paisanos!) que me trajeron como regalo sus palabras, la sensación de estar en casa, sus recuerdos y verme de nuevo como alumno del gran Antelo en Elviña. Pequeñísimo este mundo y esta Roma que nos regalan, de vez en cuando, un salto en la historia y en nuestra historia. ¡Felicidades y gracias!
Una buena cena, el fresco de la noche y la ciudad iluminada es siempre un estupendo plan. La cordialidad de Albert, Joana, Jordi y Raquel se convierte en una estupenda 'serata' en la que Roma cobra un rostro más humano y su historia continúa en los agradables recuerdos que nos han dejado, sobre todo para Emiliano. Gracias por vuestra compañía y hasta la próxima.
Una joven familia en el corazón de la ciudad. Juntos para disfrutar de esteviaje con su pequeño, contagiando su alegría, encontrando motivos para renovarla en cada esquina. Viendo esta foto Roma es una simple y maravillosa excusa para estar juntos, formando parte de la belleza de la ciudad.
Un paso más... aquí, el centro perfecto. 'Me siento en el centro de un mundo hecho para mí' Descubrir y descubrirse en el Pantheon o en cada esquina de Roma con mil destalles que resuenan en el alma, despiertan la belleza escondida y fecundan la imaginación. Un regalo, Roma y vosotros.
Accademia di Deba, podría ser el título de un cuadro y de esta foto. Autor anónimo del s. XXI. Como ante el famoso fresco de Raffaello, la primera sensación que tengo es la curiosidad ¿quién es quién?¿de qué se ocupa cada una? ¿qué historias tienen? No sé por qué pero esta 'reunión' de mujeres vascas tiene algo de Académico, no en el sentido que le damos actualmente, casi como sinónimo de escolástico, sino en su origen clásico: personas que se reúnen para descubrir la vida, disfrutarla según lo mejor que tenemos en nuestra naturaleza humana y compartirlo para que se multiplique, en este caso por 9.
Y eran doce... número perfecto. Perfecto porque en la variedad de todos eran 12 Roma, 12 descubrimientos e impresiones, 12 motivos para compartir y estar juntos. Las horas como si fueran 12 minutos. Saborear el recuerdo de mi tierra en el acento de su voz, en recuerdos y giros comunes. Tan cerca como si Roma estuviera a 12 km de Santiago, en casa, y tan lejos que ni 120 veces 12 viajes podrían bastar para aprehender Roma en su mundo. Distancia y cercanía como cada rincón que tocas de la ciudad. Está ahí, delante y te lleva a viajar lejísimos con el tiempo. A Roma dicen que conducen todos los caminos y también el camino gallego hecho de distancia y cercanía mezclados, morriña.
Domingo por la mañana. Un cielo azul límpido que parece tan cercano y tangible como el travertino. Imaginar y degustar, sin ansia. Con la curiosidad de quien se acerca a lugares hermosos y lo hace con alegría, para disfrutar, sin necesidad de abarcar y consumir. Un viaje no sólo en el tiempo sino personajes que juegan: una joven señora convertida en niña; un submarinista que cuando era chico disfrutaba paseando entre ánforas romanas; una paisana monfortina que vive en Barcelona y estaba fascinada por la vida cotidiana romana; quien con sonrilla pilla había notado mi acento gallego bajo el italiano y pasamos a compartir recuerdos sobre el colegio y la churrería del barrio de la Guindalera... ¡Volver a hacer del Coliseo sería un lugar de encuentro sin más crueldad que la del tiempo!
Cristina y Silvia. Y el humo necesario para que el tiempo se pare durante un cigarrillo. Efímeros pequeños placeres que hacen encontrarse, pues al final, incluso las obras maestras tienen que estar al servicio del hombre. No la Roma eterna sino la efímera que vive. Si no fuera por las palabras, la voz, la presencia, las historias e historia de cada persona hasta la mayor basílica sería un dato, un objeto. Qué vida esconden estos rincones de Travertino donde las voces les dan vida.
Roma como tu segunda casa. Desayunas en el patio de Fontana di Trevi, cada fachada un cuadro que adorna los pasillos que te conducen a las habitaciones de cada plaza, la cocina de una buena trattoria, la despensa de Campo dei Fiori y un balcón desde el que ver la vida de la calle en via delle Muratte. ¡Qué alegría sentir que Roma os pertenece y os espera siempre!
Compartir. Dos generaciones para las que Roma es un motivo de unión, de continuar a descubrir. El alma joven de quien sigue cogiendo de la vida su parte más sorprendente, sencilla, de realidades pequeñas y grandes: abierta aun buen momento de charla, sin defensas, curiosa y divertida. La juventud en los años y en el alma.
¿Qué suena más alegre, qué es más fresco, qué invita más a volver? ¿El Acqua Vergine o sus sonrisas? La grandeza del arte de Roma vale por ellas.
Hemos querido componer este pequeño álbum con recuerdos de las visitas pues luego, con el tiempo, los descubrimos como un regalo.
Comentario
Fantástico el Guía Valerio, el mejor sin duda alguna. Nos explico toda la historia de la época romana estupendamente. Realmente IMPRESIONANTE.
Gracias Valerio por hacernos pasar una tarde super agradable, y enseñarnos cada rincón del Coliseum, el Foro y el Palatino.
EL MEJOR GUÍA que hemos tenido, sigue así