El momento de la espera antes de entrar en otro país, en otro mundo dentro de Roma. En una esquina, junto a Lolita, nos encontramos. Tenemos preparada una bonita sorpresa que estamos seguros es mucho más de lo que podemos imaginar: los Museos Vaticanos. Es un punto de encuentro para una tour en el Vaticano pero es también un inicio, acercarnos a las palabras, experiencias y formación de un guía que nos irá abriendo puertas, senderos.
Un cruce de caminos en el que se encuentran los nuestros. El otro día, cuando vino a nuestra nueva oficina Ignacio Segura sentí la alegría de recibir una visita. De igual forma los guías nos sentimos con curiosidad esperando ver vuestros rostros antes de un tour. Un poco emocionados por estar a la altura, sin noticias sobre quien tenemos delante pero sabiendo que en ese momento nos ‘jugamos la vida’. Sí, ¡Qué exagerado! Podríais decir. Pero así es. Jugársela no ante el peligro pero sí como un juego, como una representación, como algo que apostamos, un tiempo que entregamos, para que la ruleta del arte nos lo entrege multiplicado en emociones.
Simona, con la punta de su lanza ensartando colores y miradas en un hermoso encuentro
Como armas tenemos un pequeño escudo, nuestro cartel naranja y verde, tibieza que acoge y campo sobre el que estar a gusto. Y una bandera que es una lanza, una señal alzada que contrasta con las prisas y el tráfico del cruce. Ensartaremos miradas y colores como trofeos. ‘Lolita’ parece que nos mira benigna desde una grada mientras nos preparamos. Ella es una antifriona de otros tiempos que nos saluda desde el chaflán con pañuelos de letras redondeadas y abundantes.
Un lugar fácil de encontrar
Cuando Ignacio me saludó, cuando se presentó y me preguntó por el libro Destilería Roma, cuando quiso comprarlo y compartir su pasión por la ciudad, sabía que a pesar de irse tras un rato ese encuentro nos había dado ocasión para disfrutar, para ser parte de lo que damos y no sólo quien lo da.
Ser la Rosa que te doy y no quien te la da
Normalmente el rostro de EnRoma.com son nuestros guías. Escribo ‘nuestros’ porque precisamente porque son profesionales autónomos esa libertad les hace poder escoger a quien representar y a nosotros, empresarios de este teatro, elegir el reparto. Ellos son los actores que os transmiten con su ilusión la nuestra, que no podemos o sabemos contar. En sus palabras están sentimientos y emoción, no sólo datos. Si llegáis al punto de encuentro antes de la visita al Vaticano con un poco de antelación lo disfrutaréis aún más. No tener prisas o ansia, llegar con tiempo para un café hace que el espectáculo, la cita sea un placer y no una obligación para no perder el dinero invertido.
Listos en el punto de encuentro del tour
Eso pude experimentar ayer cuando Ignacio recibió un libro que condensaba paseos, tantas horas de escritura, recuerdos y ritmos de una vida en Roma. En esa esquina entre via Leone IV y via Giulio Cesare, guías de la historia y de tantas personas, se realiza con un simple saludo, en unas horas, la experiencia de recibir palabras creadoras, cargadas de vida e historia.
Gracias a todos los que nos encontráis y compartís esta experiencia.