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Porta Portese es una puerta en las murallas del Trastevere. Pero es también el espacio en el que, los domingos por la mañana se celebra el mercado más famoso de Roma. Aquí puedes encontrar de todo, aunque no busques nada.

En Porta Portese se une el deseo de encontrar lo que buscamos o nos puede sorprender, con el mejor arte de los romanos para conseguir que nada de lo bueno se pierda. Dos caras de una moneda que provocan este espectáculo de abundancia variopinta en las calles de Trastevere. Uno de los espacios de la ciudad que intentan explicar ese carácter ‘eterno’ de la Urbe: como la más complicada familia, tiene historias que se conservan en miles de objetos. Porta Portese es un paseo por uno de los desvanes de Roma.

En tiempos de compras online, de paquetes que llegan rápidos e incluso con drones, esta puerta de la ciudad se convierte en un espacio en el que practicar la noble arte del regateo. Los domingos por la mañana invitan al paseo. Caminar entre multitud de personas y cosas es un desafío a nuestra constancia, a nuestra atención, memoria y gusto, para ver si conseguimos encontrar algo que nos esperaba y merezca nuestro rescate. Este mar de Roma sigue trayendo a esta orilla del Tíber lo que ha caído en las mareas y corrientes de la historia.

compras porta portese

Este espacio, inmediatamente fuera de las murallas, más allá de las callejuelas trasteverinas, nos invita a recorrer los puestos. Hay de todo: libros, discos, medallas, utensilios, juguetes, muebles, lámparas, linternas y hasta llaves variopintas… Porta Portese no es solo una ocasión para ir de compras y buscar recuerdos, sino también para admirar un mercado en el que Roma nos muestra el baúl de sus recuerdos.

Porta Portese: la puerta y el puerto

El puerto de Ripa y la via Portuense, carretera que salía de Roma hacia el puerto de Roma en el Mediterráneo (Ostia o Civitavecchia), quedaban comunicados con el interior de la ciudad por esta puerta. Hoy en día, al hablar de puertas y puertos, podemos pensar en los orificios que en nuestros dispositivos permiten una conexión mucho más física e intensa que la etérea del wi-fi. Porta Portese, desde que se construyó a mediados del siglo XVII como apertura en las murallas de Urbano VIII tiene esta función de hacer entrar y salir de Roma todo tipo de mercancías y viajeros. Un intenso intercambio al que asistía una sinagoga de la abundante comunidad judía trasteverina. Aquí vivieron muchas familias antes de que fueran confinadas en el Ghetto.

Una puerta es un lugar delicado: junto con todo lo bueno también entra o sale lo que ahora llamamos ‘spam’. Es decir, baratijas que dan el pego y nos cuestan mucho más de lo que valen.

porta portese marcoantonio de rossi

Muy cerca de aquí, en el siglo XIX, tenía su estación el tren que llegaba a Roma desde Civitavecchia, principal puerto para los pasajeros que llegaban a Roma. Todo esto sucedía antes de que los aviones y el aeropuerto de Fiumicino fueran la principal puerta de acceso a Roma. Eran otros tiempos que, de todas formas, no han desaparecido. Así, la estación de Trastevere, sigue dando carácter a esta zona de la ciudad que, hasta hace muy poco, era una zona industrial y periférica de Roma. Pensad que aquí, muy cerca de Porta Portese, se encontraba el arsenal de Roma.

Tras la IIª Guerra Mundial, es cuando mucha gente se da cita en este espacio para vender o cambiar todo tipo de objetos. De necesidad, virtud… y luego, costumbre, alimentada por la curiosidad.

La odisea del 3

Llegar a Porta Portese el domingo por la mañana no es lo mismo sin la aventura del tranvía nº 3. Su paso lento, intentando mantenerse lejos de las pendientes y peligros de Roma, le hacen discurrir como un río cansado. A nosotros, aún con sueño, nos acuna con metálicos chirridos y lentas pausas; nos tienta con paradas tan sugestivas como San Lorenzo, Porta Maggiore, Santa Croce, Colosseo, Piramide o Testaccio. Silenciosos y tranquilos hemos dejado desperezándose los imponentes monumentos. Porta Portese, en cambio, tras este viaje de madrugada, aparece ante nosotros como una exótica plaza llena de bullicio.

mercado porta portese

El famoso 3 ha trazado en el mapa de Roma el curso de un río lleno de historia. No tiene la velocidad de los torrentes con lluvias intensas y de las últimas horas. Con el tres, podemos hacer una odisea con tantas etapas. Pero si queremos llegar al mercado de Porta Portese a una hora decente, sin tener que luchar con cientos de pretendientes, hemos de seguir adelante sin detenernos en las maravillosas islas – monumentos de la ciudad.

No te olvides. A la hora de preparar tu visita a Porta Portese ten en cuenta que este ‘rastro’ lo puedes encontrar solo los domingos desde las 8.00 hasta las 14.00.

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