La historia del Palacio Venecia comienza de la mano del veneciano Pietro Barbo, quien lo manda a construir en 1455. Pietro Barbo, perteneciente a una familia adinerada y sobrino del papa Eugenio IV, fue elegido cardenal para luego ser elegido, como su tío, papa. Ejerció su cargo como Pontífice Máximo de la Iglesia Católica bajo el nombre de Paulo II.
La vida de Pietro Barbo y su relación con el Palacio Venecia
Era conocido por su excéntrica personalidad, fue ostentoso y un fiel amante del exceso y del placer. Aunque fue acusado de antihumanista, fue un gran protector de las artes. De hecho, quería que Roma se convirtiera en la ciudad más bella del mundo y el Palacio Venecia fue su gran aportación. Durante su papado todas y cada una de las festividades de Roma se celebraron en la plaza anexa al palacio para que el edificio obtuviera fama y prestigio y todo el pueblo se diera cuenta del gran poder de Paulo II. La historia del Palacio Venecia comienza, sin duda, con un gran esplendor gracias a él. Nos quedan tan solo resquicios de la riqueza de los días pasados. Donde seguramente hubo grandes celebraciones y donde el pueblo festejó alborotado, vivaracho y entusiasmado, hoy nos queda una plaza tranquila. Con una fuente en medio, y un continuo borboteo del agua, pasa casi desapercibida al viandante que no está atento. Es el lugar ideal para descansar del bullicioso trajín de los coches.
«Sentado en un banco del Palazzo Venezia
veo los ángeles que custodian la fuente.
Ángeles custodiosos. Ángeles de la poesía»
De esta manera, Santiago Montobbio expresaba en su libro Poesía en Roma la perpetua paz que sentía en este lugar.
Pese a su amor por las artes y el legado dejado en Roma, el papa realizó reformas hoy en día muy cuestionables. Entre ellas, subió los impuestos a los judíos, no sin antes humillarlos. Además de ello, no cumplió con la mayoría de las promesas que le llevaron a alcanzar su altísimo cargo. Tras una vida llena de excesos, murió atragantado por una fruta.
Las memorias del Palacio Venecia
La historia del Palacio Venecia no acaba con la muerte de Paulo II. Siendo la residencia papal hasta convertirse en el palacio de los embajadores de la República veneciana en 1564, sucedieron allí importantísimos acontecimientos históricos.
Con el tratado de Campo Formio, la potestad sobre el Palacio Venecia pasa a manos de Austria, para luego estar, entre 1805 y 1815, bajo la autoridad de Napoleón. Por fin, en 1916, el Reino de Italia consigue reivindicar su derecho sobre el Palacio Venecia para que luego en 1929 Mussolini establezca allí la sede del gobierno. Por ello, la imagen del Palacio Venecia se encuentra hoy en día muy ligada al fascismo, siendo casi un icono de tal período histórico.
Como podéis ver, la historia del Palacio Venecia es amplia y fecunda y nos deja, en sus diferentes elementos arquitectónicos y obras de arte, los resquicios de todo lo que un día fue, para seguir siendo un lugar de inmensa belleza, capaz de atraer a todos los curiosos.
Arte en el palacio de la ‘Serenissima’
– Arquitectura renacentista
El Palacio Venecia combina elementos que nos recuerdan a la arquitectura medieval y otros propios del estilo renacentista italiano. Por ejemplo, su imponente tamaño tiene el carácter defensivo de una fortaleza-palacio medieval, y por otro lado, las ventanas cruzadas y el portal tienen unas características innovadoras que comienzan a darse solo en el Quattrocento, siglo en el que fue construido. Por ello, es un ejemplo de la renovación de la arquitectura romana cívil.
En la entrada del Palacio Venecia podemos ver una bóveda inspirada en el interior del Panteón de Agrippa. Se trata de una de las recuperaciones renacentistas más excepcionales, y es un claro ejemplo del afán que tenían los grandes artistas de la época por recuperar las grandes obras del pasado y acercarse al esplendor de la antigüedad. De hecho, la estructura del edificio sigue los canones establecidos por Vitruvio, arquitecto y escritor de la antigüedad clásica. Además, Pietro Barbo, con una clara intención de vincularse con el poder del pasado, para la construcción de su palacio, utilizó travertino proveniente del Coliseo y del Teatro Marcelo.
– Arquitectura moderna y propagandística
Aunque el Palacio Venecia es un ejemplo de la arquitectura renacentista, no todos sus elementos pertencen a esta época. Por ejemplo, el famosísimo balcón desde donde Mussolini daba sus discursos a la multitud reunida en Plaza Venecia, es posterior. Fue agregado a la estructura del palacio en el siglo XVIII. Otro ejemplo de arquitectura moderna es la escalera conocida como Scala Nova, diseñada a principios del siglo XX para solucionar las nuevas necesidades del edificio como sede del gobierno.
Si observamos bien, podemos contemplar algo realmente curioso: En la parte superior podemos leer la inscripción EN AEDIBUS VENETIARUM VETUSTAE ITALIAE VICTRICIS MONUMENTUM ANE MCMXXX AET LICT VIII: «En la casa de Venecia el monumento a la antigua Italia victoriosa». Es un claro ejemplo del fervor nacionalista que se vivía y se sentía en ese momento. Debemos recordar que el Palacio estuvo en manos extranjeras durante un largo período hasta que por fin la nación italiana lo pudo recuperar.
Una vez analizada la arquitectura de este majestuoso palacio, nos dirigiremos a su interior para apreciar de primera mano el inmenso poder del papa, contemplando sus estancias y habitaciones para nada modestas.
– Estancias papales del Palacio Venecia: Particularidades y curiosidades
Por desgracia, gran parte de la decoración se ha perdido, las paredes seguramente estaban recubiertas con grandes tapices, según las costumbres y el gusto de la época. Los tapices tenían un grandísimo valor durante el renacimiento, eran un lujo que solo unos pocos se podían permitir. Estaban confeccionados con materiales precisísimos y valiosísimos como el oro, la seda, la lana o la plata. Para que nos podamos hacer una idea de lo que el uso de estos materiales suponía, hay que entender que cada componente provenía de una parte diferente del mundo. Y en aquella época las comunicaciones no eran tan sencillas como hoy.
Sala del Pappagallo
Nos dirigimos a la Sala del Pappagallo. El nombre se debe al Papagayo que tuvo el papa en este mismo lugar. Este hecho se sabe porque los historiadores encontraron recibos costosísimos destinados a la alimentación del ejemplar. Los primeros papagayos llegaron a Europa tras el regreso de las primeras expediciones españolas de América. Las aves, que Colón mostró en la corte española, causaron un grandísimo impacto y pronto se expandieron por toda europa, incluida Italia. Por supuesto, siendo tan exóticos, estos animales tenían un gran valor y solo podían tenerlos príncipes y papas.
Sala dei Paramenti y su extraordinaria decoración
Si seguimos avanzando encontramos en la Sala dei Paramenti otro hecho realmente curioso. Esta sala también es conocida como la Sala de los Trabajos. Esto se debe a que en la decoración se puede ver la representación de los trabajos de Hércules y cuatro fuentes con cupidos.
Quizás puede resultar extraño que la habitación privada de un apartamento pontificio tuviera este tipo de temática en la decoración y no la representación de historias sagradas. El papa Paulo II estableció la celebración de uno de los mitos más famosos del mundo antiguo, el mito de Hércules, sin temor a ser acusado de impiedad. La explicación de la elección de la figura de Hércules se encuentra en la enseñanza moral que se le otorgaba.
Existía una larga tradición que unía la figura de Hércules con la prefiguración cristológica. Los legendarios trabajos del héroe eran una especie de declaración moral de la lucha contra los vicios y la búsqueda de la virtúd en el sacrificio y en el arduo esfuerzo. Además, entendían su muerte trágica en el Monte Etna como una prefiguración de la Pasión de Cristo.
Grandes acontecimientos históricos en el Palacio Venecia
Después de pasar por la Sala dei Paramenti, llegamos al primer Salón Monumental, la Sala del Mapamondo. Si las paredes de este salón hablarán, sin duda, con sus anécdotas nos dejarían absolutamente abrumados. Y es que aquí se han celebrado algunos de los eventos más importantes de toda la historia de occidente y de Italia. Aquí, Carlos I de España y V de Alemania decidió con el papa Paulo III convocar el Concilio de Trento en la ciudad homónima. Mucho tiempo después, en 1922, Benito Mussolini convocó el Gran Consejo, principal órgano del gobierno fascista, en este edificio y en esta misma sala.
Después de este gran salón, le siguen otras salas llenas de maravillas, objetos curiosos y obras de arte. Aquí podrás encontrar ejemplos del arte antiguo y renacentista, barroco y moderno. Para todos los gustos. Desde EnRoma os invitamos a visitar este maravilloso palacio. Como habréis podido comprobar, la historia del Palacio Venecia es tan rica como interesante y no le deja indeferente a nadie.