El Museo Pío Clementino es uno de los más destacados museos que conforman los Museos Vaticanos. Además, tiene el honor de haber sido el primero de todos, fundado a finales del siglo XVIII, en 1771, por el papa Clemente XIV y ampliado por su sucesor Pío VI. De sus dos grandes ‘’padres’’ viene su nombre Pío Clementino.
En su colección cuenta con algunas de las mejores obras de arte de toda Roma. Destacando por encima de todo su conjunto de esculturas, entre las que están el Torso del Belvedere, el Apolo del Belvedere, Laocoonte o Apoxymenos. El Museo Pío Clementino es también uno de los más amplios que encontramos en el Vaticano. Con salas maravillosas como el Patio de las Estatuas, la Galería de los Candelabros o la Sala de las Musas.
Patio Octógono o Patio de las Estatuas
Probablemente, el lugar más destacado del Museo Pío Clementino sea el Patio Octógono, popularmente conocido como Patio de las Estatuas. Aunque la amplitud del museo y su riqueza hacen que destacar un lugar sea, cuanto menos, atrevido. Pero es innegable que el patio tiene un atractivo especial no solo para comunes visitadores, sino especialmente para los artistas de todas las épocas.
Desde un centro marcado por una pequeña fuente, con un núcleo iluminado por luz natural, el patio es rodeado por una logia cuyas arcos dejan a la vista, desde el patio, una colección escultórica única. Aquí se encuentran, en un mismo lugar, dos de las esculturas más destacadas de todos los Museos Vaticanos: el Apolo del Belvedere y Laocoonte. Completan la colección Perseo Triunfante, Hermes del Belvedere y la Divinidad Fluvial (representación humanizada del río Arno).
Sala Redonda
Aunque no tan conocida, la Sala Redonda del Museo Pío Clementino es, para mí, la más bonita. Una sala circular con una cúpula impresionante que imita a la del Panteón de Agripa. En el centro, como contrapunto a la cúpula, un gran cuenco de pórfido procedente de la Domus Aurea.
La luz de la cúpula cae directamente al centro, a una enorme vasija que en el antiguo Imperio Romano decoraba algún lugar público. En pavimento está formado por mosaicos procedentes también de la época imperial romana.
Rodeando la sala, unas cavidades se hunden en las paredes rojas para dejar espacio a un conjunto de estatuas. Entre ellas está una estatua broncea de Hércules, el precioso Antínoo Braschi, una estatua del emperador Claudio, otra de Minerva y algunos bustos de la antigua Roma.
Sala de las Musas
Una de las obras maestras de los Museos Vaticanos es el Torso del Belvedere. Obra escultórica que se encuentra en el Museo Pío Clementino, siendo la pieza central de la Sala de las Musas. Una sala que gira en torno a la maravillosa obra en la que un héroe griego medita acerca de quitarse o no la vida. Desde su creación en el siglo I a.C. se han perdido muchas partes de la estatua, quedando solo el torso.
La sala la completa una colección de esculturas de diferentes musas, encontradas en Tivoli en el periodo del emperador Adriano. El techo está decorado por fascinantes frescos.
Entrada al Museo Pío Clementino con Apoxymenos
Otra de las obras maestras de los Museos Vaticanos, Apoxymenos, la tenemos en este museo. En concreto, es una de las primeras obras que se ven en el Museo Pío Clementino, ya que se encuentra a su entrada. En el Gabinete del Apoxymenos, donde el famoso atleta griego se limpia después de su ejercicio en solitario, esperando visitantes.
Una escultura fechada en el siglo I aunque sería una copia de una original griega del siglo IV antes de Cristo. Los atletas griegos se limpiaban con un utensilio especial luego de su actividad, y a este acto de limpieza se denominaba ‘apoxymenos’. La estatua, representando esta acción, ha obtenido también esta denominación.
El zoo de piedra del Museo Pío Clementino
El Museo Pío Clementino cuenta con una sala muy especial: la Sala de los Animales. Esta conecta directamente con el Patio de las Estatuas y está destinada en su totalidad a albergar esculturas de animales.
Un verdadero zoológico de piedra en el que es muy fácil perderse en el realismo y variedad de sus obras.
Resulta muy interesante ver su colocación, la relación entre algunos animales y los dioses representados e incluso el uso de materiales para representar su piel, texturas y colores.
Galería de los candelabros
Así como al pasear por el Foro o en el interior del Coliseo, los sentimos ‘desnudos’ al no conservar esculturas ni colores, en este pasillo parece que todos ellos se han refugiado. La vida que huyó de las zonas arqueologicas viaja en este pasillo – vagón. Son ellos, más que nosotros, los que ven nuestro paso como si fuéramos un paisaje cambiante y, al mismo tiempo conocido.
Sátiros y jóvenes bacos dejan los bosques de los Castelli para refugiarse a la sombra de esta galería. Incluso un viejo pescador se coloca al lado de la siempre joven Diana Efesina, quizás esperando que su inmóvil eternidad de viejo, cargado de hombros y años, pueda caminar hacia las delicadas formas de Ganímedes o lo acerque a las cabriolas de un fauno.
Precios, horarios y visitas guiadas
El museo tiene muchísimas más salas y obras que merecen la pena. Por ejemplo, en él tenemos también la Galería de los Candelabros o los impresionantes sarcófagos de Costanza y Santa Helena. Merece visitarlo con tiempo y calma, como todos los Museos Vaticanos.
Al estar dentro de los Museos Vaticanos, su horario y precio es el de éstos.
El horario de visita es de lunes a sábado de 08:30 a 18:30.
Los precios de las entradas son de 20€ para los mayores de 18 años y de 8€ para los menores + 5 euros por los derechos de reserva.
La mejor opción para visitar el Museo Pío Clementino es hacerlo formando parte de un tour para conocer todos los Museos Vaticanos. ¡Anímate y hazlo con nosotros! Reserva ahora tu tour a los Museos Vaticanos.