Para celebrar mis 25 años en Roma, he querido ir a mi lugar preferido de la ciudad. Dejando atrás los grandes monumentos y la orilla más famosa, he llegado al Trastevere y he empezado a subir con mi bici por vía Garibaldi. Tras varias curvas al fin me encuentro ante San Pietro in Montorio y la Academia de España. El escudo de los Reyes Católicos sobre el dintel de la puerta me recuerda que este lugar, también para ellos como para muchos otros, tiene una importancia especial.
Una plaza que me ofrece las vistas más hermosas de la ciudad, tantos recuerdos de bonitos encuentros y el inicio de una historia en la que Roma parece que se quiere acercar a mí. Además, este año también la Academia está de cumpleaños -ella 150- así que uno las ilusiones de cientos de artistas que aquí vivieron y trabajaron, a las mías.
Roma, corazón del Mediterráneo
Roma es un lugar desde el que poder contemplar la política, los intereses culturales y preocupaciones religiosas de los reinos hispánicos y desde donde un hispánico puede asomarse al mundo que aquí se congrega. Un mundo extenso tanto cronológica como geográficamente. Pero es también el lugar en el que contemplar el interés político, cultura y teológico-pastoral con el que Roma y su obispo, el papa, tienen por los reinos que forman la corona de Castilla y Aragón. No en vano será el papa Alejandro VI quien en 1496 otorgue a los monarcas de estos reinos el título de Reges Catholici, Reyes Catolicos.
Cuando estoy en Madrid y puedo, me permito un buen paseo en donde no dejo de saludar a doña Isabel la Católica a caballo, acompañada por el Gran Capitán y el Cardenal Mendoza. Se trata de una escultura realizada por el escultor catalán Manuel Oms durante su estancia como becario en la Academia de España. Del Gianicolo a la Castellana. Pensada y realizada en Roma desde 1480 es un buen ejemplo de cómo los Reyes Católicos y Roma han seguido uniéndose con lazos artísticos y culturales.
Otras obras que siempre tengo presentes en mi querida Roma y que me hacen presente, en numerosos lugares de la ciudad, su relación con los Reyes Católicos, son los trabajos del profesor Álvaro Fernández de Córdova. Estudios en los que, a través de documentos, voy entrando en la vida cotidiana, los intereses políticos, los avances técnicos, el asombro ante el mundo natural y las artes que experimentaron los Reyes Católicos. Y Roma era una gran protagonista.
Isabel y Fernando. Santiago y Montserrat
La iglesia de Santiago de los Españoles y, en general, toda Plaza Navona, se convirtió en escenario, mucho antes de Plaza de España, de la vida de numerosos connacionales que aquí llegaban como peregrinos o hasta aquí se acercaban como parte de una de las comunidades de extranjeros más numerosas de Roma. Junto a esta iglesia de los reinos de Castilla y León, se encontraba la de Montserrat, del reino de Aragón. Al igual que Isabel y Fernando, ambas pasan a ser el símbolo de una nueva realidad, con una intención de aunar sin destruir diferencias. Es más, los intereses y características de cada uno podrán ser dotes que ampliarán los beneficios, en una política nupcial o, biológicamente, de simbiosis.
En el claustro de la residencia de la actual iglesia de Santiago y Montserrat, se encuentran numerosos monumentos sepulcrales provenientes de la antigua iglesia de Santiago. Cuando se vendió en el siglo XIX, muchas obras de arte y documentación se conservaron y pasaron a adornar la nueva y única iglesia nacional española. Y allí nos encontramos entonces con la memoria en piedra de Gonzalo de Beteta, primer embajador estable, voz y trámite entre los Reyes Católicos y el papa o la curia. Se establecían así lazos y relaciones que se consideraban tan importantes que eran permanentes.
Celebrando España en Roma
No solo el Templete de Bramante o San Pietro in Montorio son ejemplos de cómo invertir recursos en la Ciudad Eterna por parte de los Reyes Católicos. Pensemos, por ejemplo, en la vida de Bernardino López de Carvajal, embajador de los Reyes Católicos, mecenas, cardenal de Santa Croce in Gerusalemme, en donde está enterrado e incluso antipapa finalmente reconciliado. También podemos fijarnos en la figura de Teresa Enríquez, dama de corte de Isabel la Católica e infatigable fundadora de hospitales y cofradías eucarísticas, que restauró y embelleció la primera capilla a la izquierda en la basílica de San Lorenzo in Damaso. Y como ellos, muchos otros personajes que han contribuido a estrechar los lazos entre España y Roma en época de los Reye Católicos.
Por otra parte, duelos épicos, como el que Nunzio Federigo Faraglia nos describe al hablarnos del Desafío de Barletta, nos llevan a la política internacional de los Reyes Católicos escenificada, sobre todo, en Italia y en Roma. Precisamente en la península itálica la monarquía francesa se muestra como la gran rival de la española. Nápoles y Sicilia como corazón pulsante del Mediterráneo aragonés. Los versos de Garcilaso, la estima y el temor hacia el Gran Capitán, el gobierno de un papa Borgia y el poder de los miembros de su familia. Reformas, jurisdicción sobre los nombramientos, beneficios e inquisición. Todo ello se puede contemplar en primera fila desde Roma, gran escenario en el que actúan los Reyes Católicos. Arte y artistas, fiestas y celebraciones, poetas como Juan del Encina, sabios y músicos, serán los encargados de que la gran obra de España en Roma se siga representando.
