Icono del sitio EnRoma.com

Fontana di Trevi

fontana di trevi

La Fontana di Trevi

La Fontana di Trevi es la mayor de las fuentes monumentales barrocas de Roma y la más famosa: ¡Un teatro de Roma con el agua como protagonista!

Todos los que llegamos a la ciudad, aunque vivamos en ella o la visitemos con frecuencia, nos acercamos a saludarla. Es uno de los lugares imprescindibles que ver en Roma. Me permito, por tanto, confesaros una debilidad mía y me atrevo a aconsejaros que caigáis en la tentación de acercaros a la fuente por la espalda, por via della Stamperia o, mejor aún, por Piazza dei Crociferi. Casi como si fuerais a darle una sorpresa.

Primero escucharemos el ruido del agua mezclado con cientos de voces. Luego, en la esquina, como detrás de un telón, podremos ver el espectáculo de la gente en contemplación, en pose para una foto o lanzando la moneda. Es como observar al público de un teatro. A continuación, como un actor que entra en la plaza – escenario, podremos ir trazando un semicírculo entre los dos lados de la Fuente mientras la miramos. No esperéis a estar en el centro, pues a cada paso, desde diversos ángulos, la irás descubriendo, cambiante, nueva, con detalles preciosos.

Tras esta confesión y consejo para visitarla, hablemos un poco de una de las fuentes más hermosas del mundo.

Origen del nombre

Fontana di Trevi está situada en el rione (barrio) homónimo de la ciudad, en el cruce de tres calles -tre vie, trivio-. Su nombre podría derivar de esta situación pero también de las tres bocas por las cuales el agua salía ya desde tiempos del papa Nicolás V.

Fue construida como terminación y muestra celebrativa tras la restauración de un antiguo acueducto. Es el único acueducto que ha estado siempre en uso desde su construcción hasta el día de hoy. De hecho, la fuente marca el punto final del Aqua Virgo. Este acueducto fue construido por Agripa en torno al 19 a.C. para abastecer las termas públicas situadas en la zona del Campo Marzio, cerca del Panteón.

Un camino de agua hasta la meta en la Fuente de Trevi

El acueducto Virgen era el más corto de Roma con 21 km de los que 19 corrían bajo tierra. Según el libro De aquaeductibus Urbis Romae Commentarius, de Sexto Julio Frontino, su nombre deriva de una joven virgen que los soldados romanos encontraron en un momento en que estaban cansados y sedientos. Ella los condujo a una fuente de agua para refrescarse y aliviar la sed. Dicha fuente se encontraba en el Ager Lucullanus, una zona entre la Via Tiburtina y la Via Collatina. Hoy en día, es un manantial que sigue todavía abasteciendo el acueducto.

El recorrido urbano pasa cerca del puente Nomentano, cruza las calles Nomentana y Salaria y, después de atraversar Villa Borghese, entra en la ciudad por la puerta Pinciana. Luego se dirige hacia la zona de Trinità dei Monti – Plaza de España en donde se divide en dos tramos. Uno pasa por la calle Condotti que toma su nombre de los conductos del acueducto y el otro se dirige hacia la Fontana di Trevi, desembocadura de este río subterráneo de fresca agua.

Fontana de Trevi de noche

Antes de seguir leyendo, permítenos una recomendación sobre cuándo es el mejor momento para visitar Fontana di Trevi.

Ahora que Roma vuelve a llenarse de turistas y el aire templado de la noche veraniega invita a pasear, te aconsejamos que te acerques hasta la fuente por la noche. Cuanto más tarde, mejor para disfrutar del sonido del agua, de los reflejos de las luces, del aroma limpio y más fresco del aire que te invita a quedarte como en un buen sueño. La fuente durante la noche y a primeras horas de la mañana, además, te parecerá realizada como un regalo para ti. Te recomendamos, por tanto, que escojas un buen restaurante cerca y tras la cena, un paseo ante la Fontana de Trevi, sería la mejor sobremesa nocturna.

Éste es un magnífico plan y os aconsajamos que lo hagáis por vuestra cuenta, para gustaros el espectáculo con el tiempo que queráis, sin necesidad de palabras, quizás con la compañía de un helado. Luego, a lo largo del día, durante nuestro tour por las plazas, podrás escuchar la historia de la Fontana di Trevi, su voz, a través de un estupendo guía En Roma.

La Fontana di Trevi a lo largo de la historia

El acueducto Virgen fue dañado, junto a otros, en el 537 por la invasión de los ostrogodos. Según Procopio, trataron de utilizar este canal subterráneo como pasadizo secreto para invadir Roma.

Gracias a las restauraciones medievales se fueron recuperando los tramos hasta el cruce del trivium. A principios del Renacimiento los papas comenzaron a decorar los extremos de los acueductos restaurados con fuentes majestuosas. Se inicia la costumbre romana de construir una hermosa y rica fuente al final de los acueductos que traían agua a la ciudad.

En 1453, el papa Nicolás V terminó de reparar el acueducto del Aqua Virgo y la fuente que construyó al final fue una simple pila. Estaba orientada hacia el oeste y fue diseñada por el arquitecto humanista Leon Battista Alberti.

La Fontana di Trevi, el epílogo del Barroco

Urbano VIII en 1640, queriendo dar mayor visibilidad y relieve a la Fontana di Trevi, quiso renovarla dando salida a las aguas por tres bocas. Cada una estaba adornada por estatuas y orientada hacia el lado meridional. De esta forma la fuente sería visible desde el Palacio pontificio del Quirinal. Ordenó también la demolición de algunos edificios para ampliar la plaza y liberar la fachada. Pidió entonces a Gian Lorenzo Bernini que esbozase hipótesis de proyectos para una fuente suntuosa. Bernini presentó diferentes proyectos, todos costosísimos. Por esta razón Urbano VIII decidió un aumento tan impopular de los impuestos sobre el vino que Pasquino declaró:

«Para deleitar con el agua a cada romano
con impuestos amargó el vino Papa Urbano».

Con la muerte del papa el proyecto de la Fontana di Trevi fue abandonado y las tres bocas se quedaron como estaban. Clemente XII, de la familia Corsini, estimó que no era digno que la fuente más céntrica de la ciudad se quedase tan anónima e inhóspita. Por el contrario, el Agua Paola en el Gianicolo y al Agua Felice en el Esquilino ya estaban adornadas con fuentes monumentales. Por todo ello, organizó en 1732 un concurso para que los mejores arquitectos presentasen proyectos para decorar la Fuente de Trevi en forma apropiada.

Entre todas las obras presentadas fue elegida la más monumental, la de Nicola Salvi, arquitecto y prefecto de la misma agua. La obra empezó en 1732 y terminó mucho después de la muerte del papa Clemente XII. Fue inaugurada por Clemente XIII el 22 de mayo del 1762. Salvi, fallecido prematuramente, no consiguió acabar la obra que fue ultimada por Giuseppe Pannini.

Descripción de la Fontana di Trevi

La fuente ocupa toda la fachada menor del palacio del Duque de Poli. Tiene 20 metros de anchura y 26 de altura. Está concebida como un arco de triunfo y degrada hacia el amplio estanque. Una gran roca, vivificada por el agua y por la representación escultórea de numerosas plantas, nos lleva hacia la parte inferior.

En el profundo nicho central, adornado con cuatro columnas jónicas, se encuentra la estatua de Océano (de Pietro Bracci). La divinidad marina está representada como un auriga de un carro en forma de concha. Tiran de él dos caballos marinos, acompañados por dos tritones. Veremos más adelante que hay una gran relación entre Neptuno, dios del mar, y los caballos.

El caballo situado a la izquierda de Océano avanza tranquilamente y el tritón no necesita hacer ningún esfuerzo para dirigirlo, es más consigue tocar la «buccina». El otro caballo, en cambio, está alterado y el tritón lo conduce con dificultad. Es la representación de las dos facetas del mar, el mar borrascoso y el mar en calma.

Esculturas de piedra y agua en la Fontana de Trevi

En la obra de Salvi historia y naturaleza se fusionan así, con maestría, en una relación dialéctica que sigue el pensamiento ilustrado de la época. Los dos nichos laterales, ornados por columnas corintias, acogen las estatuas de la Abundancia y de la Salubridad, esculpidas por Filippo della Valle.

Sobre ellos dos bajorrelieves representan a Marco Agrippa (de Andrea Bergondi) que ordena la construcción del acueducto y la virgen doncella gracias a la cual encontraron la fuente de agua (de Giovanni Grossi).

Las cuatro estatuas de travertino encima de la cornisa superior aluden a las cuatro estaciones. Representan la Abundancia de las flores (de Corini), la Fertilidad del campo (de Ludovisi), la Riqueza del otoño (de Queirolo) y el Deleite de los jardines (de Pincellotti). En el ático una gran inscripción culmina con el escudo del Papa Clemente XII, sostenido por dos estatuas de la Fama.

La fuente de Trevi: leyenda del cine

Asociadas a la fuente Fuente de Trevi hay varias leyendas. La más conocida es, seguramente, la que recomienda arrojar de espaldas una moneda a la fuente y así asegurarse el regreso a Roma. Digna de ser mencionada es también la leyenda acerca del jarrón que se encuentra en el lado derecho de la fuente, cuyo apodo es «As de Copas». Salvi lo puso en aquel punto para que un barbero que lo molestaba con sus críticas no pudiese admirar la fuente. Quizás un descendiente del mismo barbero fue el que cortó el pelo a Audrey Hepburn (princesa Anna) en Vacaciones en Roma (Roman Holiday, 1953).

La fuente de Trevi se hizo aún más famosa a mediados del s. XX tras haber sido elegida como escenario en varias películas famosas. La escena inolvidable del baño de Anita Ekberg y Marcello Mastroianni entró en la historia del cine mundial con la obra maestra de Federico Fellini, La dolce vita.

Otra escena protagonizada por la hermosa fuente se encuentra en la famosa película Totòtruffa 62. El celebre Totò, fingiendo ser el propietario de la Fontana de Trevi, intenta venderla a un ingenuo e ignorante turista italo-americano. La película ‘La fuente del deseo‘ (Three coins in the Fountain, 1954) la coloca casi como protagonista. Es, por tanto, un símbolo de la vida en la Roma de mediados de los años 50 del siglo pasado.

Sabías que…

Compartimos contigo 3 curiosidades que nos hacen ver la Fontana di Trevi con otros ojos, ayudando a que la imaginación se encienda.

Muy cerca de la Fontana di Trevi, en via delle Muratte, tenía su casa el famoso compositor Gaetano Donizzetti. Su música podría ser una buena compañía a la hora de visitar la fuente más famosa de Roma. Ante sus habitaciones ahora se abre un McDonal’s pero podríamos imaginarnos esta plaza y fuente durante sus paseos en el siglo XIX. La Fontana di Trevi también es protagonista de un poema sinfónico del compositor Ottorino Respighi.

Las ventanas que acompañan la Fontana di Trevi pertenecen al Istituto Centrale per la Grafica al que se entra por via della Stamperia 6. Es un museo precioso, lleno de maravillosos grabados, pero además puedes darte cuenta que estás dentro de la Fuente e incluso ¡sobre ella! Estas son las vistas desde la terraza de este museo:

Fontana di Trevi vista desde la terraza del Palacio Poli

Además, la Fontana de Trevi no sólo es el símbolo del amor y del arte barroco, sino también una fuente de ingresos importante. Cada día el ayuntamiento recoge más de 3.000 euros lanzados en la fuente…más de un millón de euros cada año. Todos donados a organizaciones benéficas.

El antiguo rito de lanzar una moneda

Desde tiempos remotos, en la antigua Roma, existía el rito de lanzar monedas en fuentes o incluso a orillas del Tíber, en honor de Júpiter Jurario y Esculapio. Este rito se llamaba «jacere» o «jactare stipem». De hecho, de la palabra latina stipa deriva en italiano el término ‘stipendio’ (sueldo) y en los barcos la stiba. Esta oferta no servía sólo para aplacar la divinidad, el ‘genius numinis fontis’, sino también para establecer un auténtico vínculo con esa divinidad. De ahí que sea fundamental el ‘regreso’ sano y salvo, al lugar ameno o fuente en la que se lanza la moneda.

Esta costumbre está tan radicada en la cultura popular que el cánon 48 del concilio de Elvira en el siglo IV tendrá que prohibir el lanzar monedas nada más y nada menos que en la fuente bautismal.

Además, en la Fontana di Trevi se celebra el triunfo de Neptuno, dios que tenía como epíteto ‘Reduce’, el del Regreso, el que Resiste. Es más, también se le llama ‘Equestre’ ya que según Ovidio y Virgilio el caballo fue creado por este dios con un golpe de su tridente. No en vano los caballos son protagonistas indiscutibles de esta fuente.

Pero no sólo Neptuno se nos aparece como divinidad unida a la fuente. El término Trevi puede hacer alusión a Diana, cuya memoria que se halla a la base de la ‘colina de la salud’ o Quirinal. Mirad como la llama Dante en su Divina Comedia, viéndola siempre acompañada de agua y ninfas (Par., XXIII, 25):

Quale ne’ plenilunii sereni
Triv’ia ride tra le ninfe eterne
che dipingono ‘l ciel per tutti i seni.

Por todo ello, no es extraño que en esta fuente, aunque no sea la única, tantos visitantes hayan dejado su oferta, como vínculo y deseo de volver a Roma, lugar ameno en el que hacemos la oferta. La Fuente de ‘Trivia’, una fuente que es luna, que ríe entre las ninfas eternas y que nos sigue esperando con su luz.

Visitar la Fontana de Trevi

Además del tour por las plazas de Roma, nuestra búsqueda del tesoro ‘Tour Centro de Roma para niños‘ es una forma bonita para descubrir la belleza de la Fontana di Trevi. En esta actividad especialmente recomendada si viajas a Roma con niños, la Fuente será una etapa divertida, llena de curiosidades.

Visitando la Fontana di Trevi con una familia de amigos.

Asimismo, si quieres conocer la historia e historias que hay detrás de algunas de las fuentes más famosas de Roma, te proponemos una visita guiada muy especial en Roma. Haremos un ‘fresco’ recorrido iniciando en la Fuente de las Náyades en Piazza della Repubblica para pasar, luego, por las principales plazas del centro histórico: Barberini, Spagna, Trevi, Pantheon, Navona. Escríbenos a info@enroma.com para contratar este servicio o para organizar una visita guiada personalizada o un tour privado por las fuentes de Roma.  Dónde, cuándo y cómo quieras.

Por último, como un consejo final, te recomendamos que consultes nuestra página dedicada a los hoteles en Roma cerca Fontana de Trevi ¿Quién sabe? No sería un mal plan una habitación con vistas a la Fontana.

Salir de la versión móvil