A pesar de su nombre, que podría hacer pensar a un edificio de uso religioso, la Curia Julia era la sede del Senado. El término curia indicaba en Roma un lugar de reunión. Al principio, las asambleas congregaban a los «curiati», es decir, ciudadanos ponderados según el censo. Se llama Julia porque fue Julio César el que inició su construcción en el 44 a.C. Su asesinato tuvo lugar el mismo año, en cambio, en la Curia de Pompeo, situada entre la actual Plaza del Teatro di Pompeo y el Largo Argentina. El edificio forma parte del plan general de obras de renovación del Foro Romano, aunque fue Augusto quien la terminó en el 29 a.C. Asimismo, el emperador Diocleciano la renovó ulteriormente en 283 d.C. tras un incendio.
Su aspecto hace que el edificio destaque y se reconozca en seguida dentro del Foro. Su alta fachada de ladrillo con gruesos contrafuertes en cada esquina son algunos de sus rasgos característicos. Un simple tramo de escaleras une la zona del Comicio a la puerta monumental de bronce de la Curia. Se trata de una copia de la puerta original que se encuentra actualmente en San Juan de Letrán desde el siglo XVII.
Conservación de la Curia
El extraordinario estado de conservación se debe al hecho de que fue transformada en una iglesia. San Adrián pasa a ser, de esta forma, en el siglo VII la nueva iglesia construida sobre la estructura de la Curia. El papa Honorio I salvó así el edificio del abandono y de la destrucción. En el interior, en la parte derecha de la entrada, aún se pueden apreciar restos de pinturas de tema religioso de este período.
El interior se presenta imponente, aunque austero. La Curia mide 21 metros de alto, 18 de ancho y 27 de largo, en una cierta desproporción en relación a las medidas ideales preconizadas por Vitruvio. Seguramente, por motivos prácticos de acústica. La pavimentación es en mármol polícromo (opus sectile). Se aprecian, además, tres gradas que hospedaban los esacaños de los senadores y de la presidencia.
En la Curia se encuentran actualmente dos grandes bajorrelieves conocidos como anaglifos de Trajano. Conmemoran los beneficios del emperador hispalense otorgados en el propio Foro. También encontramos una estatua de pórfido de un hombre en toga, tal vez el mismo Trajano. Se trata de una de las esculturas mejor conservadas de toda la edad imperial.
Normalmente, se puede visitar la Curia en los horarios de apertura del área arqueológica del Foro Romano, el Palatino y el Coliseo con el billete especial SUPER. Forma parte de este área constituyendo uno de sus edificios neurálgicos.
Sin embargo, en la actualidad, tanto la Curia como el Comicio no se pueden visitar porque están en obras.