La Columna de Trajano es uno de los monumentos que dibujan el paisaje del centro histórico de Roma. Lo lleva haciendo desde que está en pie, unos 1900 años. Es el testimonio de la Roma Antigua. Sus 40 metros de altura están decorados completamente con relieves en los que se muestra y celebra la victoria de los romanos contra los dacios. Trajano, emperador de origen hispano, conquistó la Dacia (actual Rumanía) entre otros territorios y consiguió la máxima expansión que Roma tuvo en toda su historia. La Columna coronaba el Foro de Trajano (frente al Foro Romano), del que hoy quedan algunos espectaculares restos. Su columna nos sigue recordando la enorme figura del emperador hispano, un signo de lo que era la Roma de Trajano.
De las guerras dacias a San Pedro
En la enorme estructura de mármol, desde su base a su cima, los relieves representan escenas de las guerras dacias. Desde las primeras batallas a la destrucción de los últimos pueblos. En la cima, una estatua de bronce de Trajano dominaba la columna. En el Renacimiento, esta fue cambiada por una de San Pedro, que actualmente sigue en la cima de la columna. Muchos papas cambiaron representaciones, símbolos o edificios romanos dándoles un motivo cristiano. O, directamente, los destruían o reutilizaban su material. Por suerte, gracias a sus “cristianización” con San Pedro, la Columna de Trajano ha podido conservarse.
Es más, si nos fijamos en la puerta de entrada de la columna, vemos unas marcas en forma de ángulo. Son dos surcos en los que se encajaba el techo de una pequeña capilla dedicada a San Nicolás. La columna era el maravilloso campanario de esta pequeña capilla y su escalera interna servía para llegar hasta una pequeña campana puesta en lo alto. Se tienen noticias de ella en el siglo XI y fue demolida por el papa Pablo III a mediados del siglo XVI.
En torno a la Columna, durante el siglo XX y hasta hoy en día, se trabaja sin descanso para transformar la zona arqueológica. Los trabajos para la nueva estación de metro y el nuevo Paseo Arqueológico cambiarán el rostro de esta zona. Pero siempre, la magnífica columna con su historia, que transcurre en espirales, será el centro de esta zona de los Foros. Veamos, por ejemplo, lo que ante ella escribió Lord Byron:
“Las cenizas de Trajano dormían sublimes, sepultadas en el aire, en el profundo cielo azul de Roma y mirando a las estrellas. Ellas habían contenido un espíritu que habría podido encontrar su morada entre estas, el último de aquellos que reinaron sobre toda la tierra, sobre el orbe romano, ya que, después de él, nadie mantuvo, sino que entregó sus conquistas.” (Byron en Italia, CXI)
La Columna de Trajano y sus colores
Algo que no se conserva y que cuesta imaginar son sus vivos colores. Pues los relieves y las escenas que representaban (¡unas 2500 figuras!) no solo estaban detallados en el mármol, sino que también fueron pintados. La Columna de Trajano debió haber sido un verdadero océano de color.
Se cree, aunque no es algo totalmente probado, que Trajano encargó el trabajo al arquitecto e ingeniero de guerra Apolodoro de Damasco. Trajano, con la mano de Apolodoro, creó con su columna una innovación que inspiraría a la humanidad durante siglos. Pues utilizar una columna historiada con relieves para homenajear un evento y representarlo en la misma, no se había hecho anteriormente en Roma. Esto era algo más común en los arcos de triunfo, como el Arco de Tito ya presente antes incluso de los tiempos de Trajano. O, posteriormente, como el de Constantino.
Trajano levantó la columna dentro del Foro de Trajano, un nuevo foro que también construyó el emperador hispano. En él había bibliotecas, mercados, edificios religiosos… Historiadores antiguos nos cuentan que era de una belleza indescriptible. Los romanos podían acudir a él y ver en la Columna cómo su imperio había derrotado a los dacios. Gracias a sus relieves, no era necesaria la lectura, con lo cual era sencillo para cualquiera entender aquellos hechos, pues podía verlos directamente.
El pueblo vería el poder de Roma y, sobre todo, de Trajano (representado 58 veces en la columna). Trajano de esta manera aportaba un nuevo y precioso lugar a Roma y, a su vez, era un movimiento perfecto para su reputación e imagen a ojos del pueblo.
Inspiración de grandes artistas, símbolo de Roma
En grandioso Foro de Trajano, con los siglos, fue abandonándose, quedando en ruinas en su mayoría. Hoy, los restos de los mercados de Trajano siguen siendo impresionantes. Sin embargo, la que en su día era un elemento más del magnífico foro, es hoy la gran superviviente. La Columna de Trajano se mantiene firme y bella casi dos milenios después. Grandes figuras como Bernini y Rafael estudiaron sus relieves en su paso por Roma, inspirándose y admirando su decoración. E incluso quisieron llevársela a París durante la época napoleónica. ¡Menos mal que no supieron cómo desmontarla!
También tú en uno de nuestros tours de Roma, con guías excepcionales, puedes acercarte a ella y entrar en su historia. La Columna de Trajano, de hecho, forma parte de un paisaje increíble, muy cerca del monumento Victoriano, de la Curia Julia del Foro Romano y de Plaza Venecia. Diferentes épocas que se unen y conviven en la eternidad de Roma.