Hay varias hipótesis sobre el origen del nombre del Aventino, siguiendo varias fuentes antiguas. Según una de ellas el nombre Aventino derivaría de uno de los reyes de Alba Longa, hijo de Hércules. Otra tesis hace derivar este nombre de la locución “ad adventu hominum” con el que se llamaba un antiguo templo dedicado a Diana. Una tercera tesis lo hace derivar de “ab advectu” a causa de los terrenos pantanosos que lo rodeaban. Por último y no por ello menos original, hace derivar su nombre de “ab avibus” debido a los pájaros que lo sobrevolaban dirigiéndose al Tíber.
En todo caso, su nombre nos evoca preciosas imágenes por lo que, entre los lugares que ver en Roma, el Aventino no puede faltar.
El Aventino: una de las siete colinas sobre las que se fundó la Urbe.
La zona del ‘mons Aventinus’ se subdividía en un ‘Aventino’ propiamente dicho, situado entre el Tíber y el valle en donde surge el Circo Máximo, y el ‘Aventino menor’ que es la actual colina de San Saba.
Durante la época republicana antigua ambos sectores englobados en el interior de la muralla serviana correspondían ya a la denominación de ‘Aventino’. Sin embargo, con la subdivisión augustea de la ciudad en 14 regiones el Aventino quedó dividido entre la región XII (Piscina Publica) y la región XIII (Aventinus).
La colina del Aventino tiene una gran importancia en el mito fundacional de Roma y está unido a la leyenda de Hércules y Caco. Remo lo escogió como lugar desde donde observar el vuelo de los pájaros durante su disputa con Rómulo a la hora de escoger el lugar de fundación de la Urbe.
Evolución histórica del Aventino
– El Aventino en los primeros tiempos de Roma
En tiempos de Anco Marcio se pobló con inmigrados de diversas zonas conquistadas como Tellene y Polidoro. De esta forma el Aventino recibe sus primeras fortificaciones hasta quedar englobado en el s. VI a. C. dentro de las murallas.
En la Antigüedad la zona del Aventino era la sede del Armilustrium, es decir, el lugar en donde, en el período invernal tras las campañas militares, se deponían y purificaban las armas del ejército romano.
Toda el área del Aventino se convirtió en zona habitativa de la plebe. Esto propición que a nivel toponomástico asumiera el título despreciativo de área urbana menor contrapuesta al Palatino que en cambio era sede del patriciado. De hecho en el año 456 a.C. con la lex Icilia de Aventino publicando toda la zona de esta colina fue distribuida entre la plebe para la construcción de casas. Esta ley fue promulgada para evitar violencias en contra de algunos patricios que habían ocupado suelo público en esta zona.
De esta forma, el Aventino asumió el carácter de barrio popular. Era también una zona mercantil por su posición estratégica cerca del puerto fluvial del Emporium. A causa de su carácter plebeyo la colina fue, asimismo, el lugar en el que Gayo Sempronio Graco se refugió en cuanto tribuno de la plebe.
– En la Época Imperial
Durante la época imperial el carácter del Aventino cambió radicalmente. Dejó de ser válido el binomio Aventino-plebe para dar paso a numerosas residencias aristocráticas. Entre ellas se encontraban las casas privadas de Trajano y Adriano antes de que se convirtieran en emperadores. También se encontraba en esta colina la casa de Lucio Licinio Sura, amigo de Trajano.
Disfruta con este vídeo en el que se nos muestra el reciente e interesantísimo descubrimiento de la casa privada de Trajano en el Aventino.
Estas demoras aristocráticas fueron objeto de una gran violencia en el saqueo de Roma por parte de Alarico en el año 410. La colina quedó prácticamente destruida por completo.
Por otra parte, en el Aventino se encontraba el cuartel (statio) de la IV cohorte de los bomberos. También había varios edificios termales. Entre ellos las thermae Suranae (de época trajana) y las thermae Decianae (primera mitad del s. III). Las termas de Caracalla se construyeron junto a la ladera que da hacia la via Appia.
Templos en el Aventino
También surgieron en el Aventino numerosos templos. El más antiguo dedicado a la Luna. Sucesivamente, por su situación fuera de los límites oficiales de la ciudad, el Aventino fue elegido para la construcción de diversos templos dedicados a divinidades extranjeras.
Entre estos templos destaca el de Diana cuyas paredes perimetrales se pueden admirar en el salón principal del restaurante Apuleius en via del Tempio di Diana. Era un templo que Servio Tullio mandó construir en cuanto santuario federal. En el Aventino también se trasladaron las divinidades de las ciudades conquistadas con el rito de la ‘evocatio’. Así llegaron a esta zona de Roma el culto a Juno Reina (procendete de Veio) y el de Vertumno (procedente de la actual Bolsena).
En el año 495 a.C. se construyó un templo dedicado a Mercurio por parte de Aulo Postumio. Más tarde y obedeciendo a los Libros sibilinos se construyó el templo dedicado a Ceres, Libero y Libera. Eran divinidades latinas reflejo de las griegas Demetra, Dionisio y Kore. En la zona en donde ahora surge la iglesia de Santa Sabina existía un Iseum. Un templo dedicado a la diosa egipciana Isis. También se encontraban diversos mitreos donde ahora están las iglesias de Santa Prisca y Santa Balbina.
En la parte del Aventino denominada “Saxum”, conocida como “Aventino Menor”, existía el templo de la Bona Dea, llamada “Bona Dea Subsaxana”.
– El Aventino con el cristianismo
Con la difusión del cristianismo tras el edicto de Milán surgieron también en el Aventino los primeros templos cristianos. A lo largo de los siglos la zona se cristianizó con una presencia siempre más activa. Prueba de ello son las iglesias de Santa Sabina, Santos Bonifacio y Alejo y Santa Prisca. En el Aventino Menor se construyeron las iglesias de San Saba y Santa Balbina.
La colina asume de esta forma, un carácter nuevo y preeminente en la espirtualidad de la Urbe. Cambian sus notas características por tercera vez: popular, residencial – patricio y centro de una gran actividad en la comunidad cristiana.
– Edad Media
En el Aventino Alberico II de Espoleto había construido su palacio. En el año 939 la zona fue cedida a Odón de Cluny, el cual instituyó un monasterio benedictino de gran importancia.
A mediados del s. XII el complejo monástico pasó a la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo. Luego, en 1312, fue destinado a la Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, más conocida como la Orden de Malta.
En el año 1765 Giovan Battista Piranesi reestructuró la Piazza dei Cavalieri di Malta cuyo nombre deriva de la Villa del Priorato di Malta. El arquitecto transformó también la iglesia de Santa Maria del Priorato, en donde se encuentra su tumba.
Aventino y política, una larga historia
El término ‘Aventino’ tiene un significado importante en relación a la historia romana, políticamente hablando. Con este término se identificaba a los diputados antifascistas que abandonaron el parlamento tras el secuestro y asesinato de Giacomo Matteotti. Matteotti fue un líder de la oposición e ideólogo antifascista que había denunciado los fraudes electorales y la violencia de los escuadrones fascistas.
En la actualidad es una zona residencia y elegante de la ciudad, con numerosas zonas verdes y una gran variedad de construcciones con diversos estilos.
Parques en el Aventino
En esta zona, por ejemplo, podréis disfrutar de uno de los parques más bonitos de la ciudad: el jardin de los naranjos o parque Savello. Sus vistas, su vegetación, su disposición al lado de Santa Sabina lo convierten en uno de los rincones más bonitos de Roma. Entre Santa Sabina y San Alejo (Sant’Alessio) hay otro pequeño parque con unas vistas preciosas. Es además, el lugar donde según la tradición Romolo analizó el vuelo de los pájaros para decidir dónde fundar la nueva ciudad.
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