Tu guía de Roma, En Roma
Las fuentes de Roma son un auténtico regalo y, al mismo tiempo, nos regalan el agua. Ninguna ciudad como Roma ha hecho del agua un elemento arquitectónico para crear belleza, la música de muchas de sus calles, un regalo en muchas de sus esquinas.
Surgen llenas de historia o recién nacidas. Son fuentes pero también un bien necesario sin el que no se entienden los espacios urbanos. Ya nadie tiene que ir a la fuente a por agua. Sin embargo, el regalo de esos ríos que siguen atravesando Roma, alegra a turistas y vecinos. Las fuentes de Roma nos confortan en el camino y nos invitan a seguir, con fuerzas, consolados.
La combinación de sólidos y agua, además, es uno de los acordes preferidos por esta ciudad llena de contrastes. Lo estable y lo fugaz se nos muestran, convertidos en arte, en las fuentes monumentales pero también en cualquier ‘nasone’ o fuentecilla nariguda.
Os presento al Océano. En el escenario de la Fontana di Trevi el arte ha puesto actores excepcionales para una representación siempre en acto: un océano, la salud, la abundancia, tritones. Lanzan palabras de agua que llegan hasta nuestros pies. Aquí, Roma interpreta el espectáculo de la naturaleza.
En el centro del escenario de Plaza Navona la fuente de los Cuatro Ríos nos los presenta como actores protagonistas. En este universo de Roma los Cuatro Ríos aparecen trayéndonos leyendas, animales, historias desde los rincones más alejados del Orbe.
Fuentecillas de metal, sólidas y generosas. Un poco sinvergüenzas, con su chorro cantarín, nos sorprenden en cada esquina, a veces en un descampado, donde piensan que nadie las ve. Pero todos sabemos dónde están, en la vida cotidiana de todos los barrios, para un trago fresco en verano o como una fiesta de abundancia en primavera.
La Fuente del Agua Paola o Fontanone del Gianicolo nos recuerda la Gran Belleza de estar en Roma. Uno de los lugares para admirar la ciudad y quedarse encantados junto al agua.
La fuente de las tortugas es una de las más famosas de la ciudad. Quizás encarna mejor que muchas grandes fuentes monumentales la ironía, la sutileza, la armonía y frescura que mana en Roma, en sus gentes, en su arte.
Hasta hace poco a esta barca nos acercábamos para beber otros para lavar la fruta o incluso para hacer un pase de modelos. Siempre ha sido una fuente simpática, cercana, como una atracción, un caballo de piedra que nos puede hacer viajar con la imaginación.
Las fuentes de Roma son uno de los elementos artísticos más abundantes en las calles de la ciudad. El agua es su voz. Convertirla en arte, traértela hasta tus manos, poder admirarla convertida en sonido, frescura y belleza es misión de sus fuentes.
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