Museo era un antiguo poeta. El que recogía las bellezas del ánimo humano y de la naturaleza convirtiéndolas en palabras. Los Museos de Roma son poetas que siguen lanzando esas palabras.
Cada uno de ellos son sinfonías, poemas con sonidos y palabras. Esculturas, pinturas, libros, lo que a través del tiempo se ha salvado para acercarnos a lo mejor que hemos sabido hacer. Una invitación a que sigan vivos fecundando nuestra imaginación y reflexiones. Lugares en donde engendrar nuevas ideas en los que entrar en contacto con cuerpos de arte que han vencido el tiempo.
Los Museos de Roma son reductos históricos, lugares sin tiempo que necesitan del nuestro para recorrerlos. Inmensos en cantidad pero sobre todo de infinitas consecuencias, buscando durar en nuestro recuerdo, entregándose a nuestros sentidos para seguir iluminando la historia. Museos como faros.
Muy cerca del bullicio de Piazza Navona os podéis encontrar con este oasis de paz y de bellezas. Nada más entrar, en su patio, nos damos cuenta de que dejamos afuera las ocupaciones cotidianas para dedicarnos a una hermosa selección de obras maestras en salas amplias y acogedoras.
Visitar los Museos de Roma son experiencias que nos regala la ciudad. Son tantos, llenos de bellezas, en lugares maravillosos, que nos recuerdan el privilegio de formar parte de esta gran familia humana que nos ha legado tales maravillas.
Visitas guiadas y turismo en Roma,
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