Hoy, 4 de noviembre, es el cumpleaños de Matthew McConaughey, uno de mis actores favoritos que hace 51 años. Alguien de quien, fuera y dentro del cine, he aprendido muchas cosas. Entre otras a admirar más el séptimo arte desde que vi por primera vez Dallas Buyers Club, película del 2013 que daría al tejano el premio Oscar. Y, pensándolo, también a vivir en Roma. ¿La relación entre Matthew McConaughey y Roma? La verdad, poca. Pero el ver la noticia de su 51 cumpleaños desde Roma, y en estos momentos en los que la crisis del coronavirus sacude el mundo, me ha hecho reflexionar sobre las muchas conexiones entre McConaughey, su carrera y mi vida (nuestra vida) en Roma aquí y ahora.
Dazed & Confused
El debut de Matthew McConaughey en el cine fue en Movida del 76. El título original es Dazed & Confused, aturdidos y confundidos. El nombre de aquel inicio bien podría ser el nombre del inicio que hoy perseguimos todos nosotros. Yo en Roma, Matthew McConaughey en Texas y cada persona del mundo en estos momentos que, luchando por mantener su salud y su trabajo, nos hemos encontrado en una situación nueva, inesperada, difícil. Aturdidos y confundidos.
Pienso en Roma, de un día a otro sin sus masas de turistas, con sus calles vacías. Sin comprender qué ha pasado, por qué tardan tanto en volver los visitantes. Aturdida y confundida.
Aprendiendo a vivir en Roma con Dallas Buyers Club
Lejos de hacerme sentir como su título, Dazed & Confused es una película a la que vuelvo para sentirme feliz, despreocupado y esperanzado. Esa sensación que se alcanza al superar un gran obstáculo y el camino luce despejado y soleado frente a nosotros.
Para alcanzar ese punto, que tanto anhelamos en los tiempos que nos ha tocado vivir, en ocasiones hay que luchar duro, largo y tendido. A veces, contra todo y todos, que parecen decirte que tu vida se cuenta por meses. En nuestros días, por desgracia tan real que esto significa la propia salud o la vida económica.
Matthew McConaughey representa esta lucha con su personaje de Dallas Buyers Club. Donde un hombre racista, homófobo y con una pobre vida, la cual desprecia, se ve luchando con todo su ser por mantenerla al conocer que tiene el SIDA y que su doctor le da sólo unos meses de vida.
La progresión de su personaje a partir de ese momento me recuerda a cómo evolucionó la crisis del covid-19 en Italia. Italia fue el primer país de Europa afectado. Al principio, aquí en Roma el pensamiento era que no podía ser verdad, que era un problema ajeno y no nos afectaría. El personaje de McConaughey, viviendo no en Roma sino en Dallas, sintió lo mismo.
El rudo hombre empieza a flaquear, se da cuenta que la vida es lo único a lo que aferrarse. Aquello que despreciaba es lo que alimentaba eso por lo que ahora lucha. Ahora quienes creen que no puede ser, que es algo imposible, son los doctores, la propia vida. Un hombre y sus ganas vencen a la propia muerte.
Pienso a todos nosotros, dentro de unos meses, mirando atrás y viendo el camino repleto de fieras y obstáculos que hemos dejado atrás. Un camino manchado también por la muerte. Pero que ahora nos permite avanzar en paz. Pienso en las calles de Roma que vuelven a ser ocupadas sin miedo.
Greenlights
Esta última reflexión me lleva al Matthew McConaughey más reciente. Durante el confinamiento, el actor se decidió a escribir sus memorias, apoyándose en su diario personal, que ha mantenido por más de 40 años. Decidió titularlo ‘Greenlights’, luces verdes.
En uno de sus capítulos, explicando su irrupción definitiva en Hollywood años y filmes más tarde de Dazed & Confused, comentaba que de 100 guiones que conseguía leer, las respuestas para trabajar en ellos eran todas negativas menos una. Y que, de un momento a otro, todas aquellas luces rojas se volvieron verdes. 99 respuestas que se volvían positivas en cuestión de días.
McConaughey quiere expresar que a lo largo de su vida, antes de encontrarse con todas las luces verdes, tuvo que cambiarlas desde el rojo. Las luces verdes nunca fueron verdes desde el principio. Incluso ahora, algunas carreteras de la vida que quiere recorrer tienen sus luces rojas. ¿Pero qué son esas luces rojas sino luces verdes sin haber cambiado todavía?
Pienso en el mundo, en nosotros, en mí mismo, en vivir en Roma estando parados, parados ante esta enorme luz roja. ¿Pero qué es esta luz roja sino una futura luz verde?